Hace referencia a todas las acciones posibles que puedes realizar, tanto dentro de la propia página web como fuera de ella (en otras páginas web externas), para mejorar el posicionamiento de una página web (la tuya o de tu cliente) en los buscadores de Internet, muy especialmente en Google, debido a que el 96% de los usuarios en Internet utilizan este buscador de páginas web.
Para un experto en servicios SEO, el objetivo es que la página web del cliente, que ha contratado dicho servicio, ocupe la posición más alta posible, a poder ser entre los primeros 10 puestos de resultados del buscador de páginas web, cuando un usuario de Internet (potencial consumidor) busca una palabra, o conjunto de palabras, relacionadas directamente con el servicio o producto que el cliente está comercializando. Este objetivo es primordial debido a que menos del 10% de los usuarios pasan más allá de la primera página de Google, o lo que es lo mismo, más allá del décimo puesto del listado de resultados.
El principal reto del SEO radica en que los motores de búsqueda, como Google, utilizan unos robots de escaneo de páginas web, conocidos como “Bots”, que no analizan ni pueden ver las páginas web como lo hacemos las personas.
Es por ello que, realizando una serie de complejas tareas de programación y de marketing digital, los expertos en posicionamiento SEO podemos indicar a estos robots que queremos que tenga en cuenta de la página web, en qué orden y prioridad, y darle al robot motivos objetivos por el que esa página web debería ocupar los primeros lugares en la lista de resultados del buscador web cuando un usuario busque algo relacionado con lo que se está ofreciendo desde esta.